Cuidando al cuidador

Por: Rodsella Aragundi, Psicóloga y Psicoterapeuta

Hemos querido dedicar este espacio a aquellas personas que cuidan a nuestros adultos mayores. Quizás te sientas identificado, ya sea por que seas un hijo/a, nieto/a, o cuidador principal de un adulto mayor. Pero esta tarea tan extraordinaria y tan bondadosa, puede hacernos sentir con diversas emociones. A veces en nuestro altruismo y cuidado del otro, podemos pasar por desapercibido nuestro propio auto cuidado. El estrés puede causar sentimientos de enojo, resentimiento, soledad, distanciamiento social, duelo y culpa. El impacto del desgaste emocional y físico puede ser contraproducente para nuestra salud físico, por lo que debemos prestar atención a las señales que nos están indicando que debemos tomar una pausa y revisar como podemos incorporar a nuestras vidas, herramientas de afrontamiento saludables para los momentos díficiles.

Es esencial incorporar en nuestro camino de cuidar a los demás, modelar a nosotros mismos el cuidado que le damos al otro. A continuación te brindamos recomendaciones a considerar si eres cuidador de adultos mayores:

Expresa tus preocupaciones. La búsqueda de una red de apoyo o un grupo de apoyo, de personas que están en la misma situación que tú, puede tener un gran beneficio. Son personas que se han sentido como tú te has sentido y que saben que aquellos sentimientos que puedes tener, vienen de un lugar de angustia. Quizás eso que hayas pensado o sentido puede generar mucha culpa, pero sabes que no realmente lo crees.

Cercanía y conexión emocional. Aún cuando hayan días dificiles, el pensar que estás cuidando a un ser querido o alguien con quién has hecho una conexión, es un acto de amor. En los momentos que la persona te pueda demostrar un pedazo de quiénes eran antes, ríete y comparte anécdotas. Disfruta esos momentos preciosos.

Paciencia. Sé paciente contigo y con los que están alrededor tuyo. Trata de recordar que quizás hayan cosas que hagan nuestros seres queridos que nos hagan sentir frustración, enojo.

Propósito. Trata de conectarte con el sentido de por que haces lo que haces, piensa en esta experiencia con sus bondades y dificultades. No todo los días van a ser buenos ni malos, no midamos las situaciones en positivo o negativo. Sino al final que podemos aprender de esa experiencia.

Descanso. Date permiso para poder hacer alguna actividad que te guste y te brinde calma. El soltar las cosas pequeñas. Búsqueda de recursos. Identifica recursos que pueden ayudarte a tomar mejores decisiones. Si necesitas buscar ayuda profesional, hazlo, el poder reconocer nuestra vulnerabilidad es un acto de amor propio y de crecimiento. Parte del acto de brindar apoyo a los demás, también está el poder reconocer cuando nosotros mismos necesitamos apoyo y dejar que otros puedan apoyarnos también.

En camino a la paternidad

Por: Rodsella Aragundi, Psicóloga y Psicoterapeuta @aragundipsicologa

El convertirse en papá por primera vez es un momento significativo en la vida del hombre. Para muchos, se trata de un momento con emociones encontradas, desde la alegría y la felicidad hasta el miedo y la ansiedad. Además de estos sentimientos, la paternidad también puede verse como un desafío y responsabilidad que se pueden sentir abrumadores.

Pero ¿cómo los padres pueden manejar mejor los desafíos emocionales y prácticos que surgen durante este tiempo de cambio?La preparación para la paternidad comienza mucho antes del nacimiento de un hijo/a. Se deben considerar no solo los aspectos financieros y prácticos, como dónde va a dormir el bebé, la cuna y la compra de ropa, pañales, entre otros. Pero también los cambios emocionales que esto conlleva.

El proceso de adaptación a esta nueva normalidad y a los cambios emocionales que conlleva el ser padre por primera vez, puede canalizarse al hablar abiertamente con la pareja, amigos y familiares y compartiendo sus preocupaciones y expectativas. Sirve de mucho tomarse el tiempo para leer sobre el tema para tener una idea realista de lo que puede esperar. Tanto la comunicación y la información pueden ayudar a los futuros papás a sentirse más preparados y confiados.

Expectativas Y Realidades

Uno de los mayores desafíos que enfrentan los padres primerizos son entre sus expectativas y la realidad de la paternidad. Si bien muchos padres están emocionados por la llegada de su hijo, también pueden estar preocupados por no tener suficiente tiempo, energía o recursos para criar bien a su hijo.

Es válido afirmarse a uno mismo que la perfección no es posible y que es normal tener altibajos emocionales. Cualquier padre cometerá errores, pero es más importante tomar responsabilidad y aprender de los errores para mejorar en el futuro. El crecimiento como padres es un proceso que dura toda la vida y que está en constante cambio.

Cambios En La Relación De Pareja

La llegada de un hijo también puede tener un impacto importante en la relación de pareja. La atención y el tiempo que los padres tienen que dedicar a su hijo pueden hacer que encuentren menos tiempo para cultivar su relación. Una forma de superar esto es hacer una planificación efectiva, donde los padres reserven un tiempo para estar juntos y conectarse emocionalmente.

Además, se sugiere que los padres compartan las tareas del hogar y la crianza. La idea de que la responsabilidad de la crianza pasa únicamente por la madre es un pensamiento arcaico. Ambos padres deben trabajar juntos como un equipo y frente unido.

En conclusión, ser padre por primera vez es un momento emocionante y desafiante que puede tener un impacto significativo en la vida de una persona. La planificación, la comunicación abierta y la comprensión de las expectativas y la realidad de la paternidad son elementos cruciales para tener éxito en la crianza de un hijo.

Además, enfatizar la idea de que la educación y la psicología son herramientas fundamentales para facilitar este proceso. Un padre bien informado, atento a las necesidades emocionales de su hijo/a y podrá manejar los desafíos que se den en el camino de la paternidad.

Estableciendo Límites Saludables en Tus Amistades

Escrito por: Rodsella Aragundi, Psicóloga y Psicoterapeuta @aragundipsicologa

Las amistades son una parte esencial de nuestras vidas, ya que nos brindan compañía, apoyo emocional y conexiones significativas. Sin embargo, para mantener relaciones amistosas duraderas y saludables, es fundamental establecer límites claros. Establecer límites en nuestras amistades es una muestra de amor propio y respeto hacia uno mismo y hacia los demás. En este artículo, exploraremos consejos prácticos desde el punto de vista psicológico para establecer límites saludables en tus relaciones amistosas.Reconoce tus necesidades y valoresAntes de establecer límites, es esencial que te conectes con tus propias necesidades y valores. Reflexiona sobre qué es lo que te hace sentir cómodo o incómodo en una amistad. Pregúntate a ti mismo qué esperas de tus amigos y qué estás dispuesto a tolerar. Al conocer tus límites personales, podrás comunicarlos de manera efectiva a tus amistades.Comunica tus límites de manera asertivaUna vez que tengas claridad sobre tus límites, es hora de comunicarlos. La comunicación asertiva implica expresar tus pensamientos y sentimientos de manera clara y respetuosa. Evita el lenguaje agresivo o culpabilizador, en su lugar, enfócate en tus propias emociones y necesidades. Cuando tus amigos comprendan tus límites, será más fácil para ellos respetarlos.Aprende a decir «no»Decir «no» es un aspecto crucial para establecer límites saludables. No sientas la necesidad de complacer a todos todo el tiempo. Si algo te hace sentir incómodo o sobrepasa tus límites, sé firme y di «no» de manera respetuosa. Recuerda que decir «no» en ocasiones no implica ser egoísta, sino proteger tu bienestar emocional.Acepta las diferencias y los cambiosCada amistad es única y está compuesta por individuos con distintas necesidades y valores. Aprende a aceptar que tus amigos también tienen sus propios límites y expectativas. Es normal que con el tiempo las amistades cambien, y algunos lazos se fortalezcan mientras que otros se debiliten. Permítete crecer y permitir que tus amigos también crezcan en sus propios caminos.Identifica señales de límites poco saludablesReconoce las señales de límites poco saludables en tus amistades. Si sientes que siempre te explotan emocionalmente, te sientes manipulado/a o te ves envuelto/a en relaciones tóxicas, es probable que tus límites no se estén respetando. Presta atención a tus emociones y no dudes en alejarte de relaciones que te perjudiquen.Cuida de ti mismo/aEstablecer límites en tus amistades también implica cuidar de ti mismo/a. Asegúrate de dedicar tiempo para el autocuidado y para mantener tus propias necesidades en equilibrio. Cuando estés emocionalmente equilibrado/a, estarás en una mejor posición para establecer y mantener límites saludables.Establecer límites saludables en tus amistades es una parte esencial de mantener relaciones significativas y respetuosas. Al reconocer tus necesidades y valores, comunicar tus límites de manera asertiva, aprender a decir «no» y cuidar de ti mismo/a, estarás fortaleciendo tus amistades y promoviendo un ambiente emocionalmente sano. Recuerda que establecer límites es un acto de amor propio que contribuirá a tu bienestar y a la calidad de tus relaciones amistosas.

La conexión entre el cuerpo y las emociones

Por: Rodsella Aragundi, Psicóloga y Psicoterapeuta (@aragundipsicologa)

Nuestras emociones frecuentemente afectan la manera que nos sentimos físicamente. Comúnmente nos referimos a estos sentimientos usando metáforas o expresiones como ‘dolor en el pecho’ o ‘se me quiebra el corazón’ para referirnos a una tristeza profunda. Quizás en anticipación a alguna experiencia nueva te hayas sentido con mareos o con ‘mariposas en el estómago’. O quizás al estar en una situación incómoda, tus orejas se sienten calurosas o sientas un ‘fuego en el estómago’.

Te ha pasado que, si te sientes triste, puedes sentir una pesadez, casi como si hubiera un peso encima. O cuando te sucede algo vergonzoso, sientes que nuestro rostro se enrojece. Quizás cuando te sientes de muy buen humor o emocionado, tu cuerpo está lleno de energía.

La experiencia física de las emociones

Cuando experimentamos una emoción, nuestro cerebro se encarga de activar una serie de impulsos alrededor de todo nuestro cuerpo y así, cada emoción tiene cambios fisiológicos específicos.

Estudios revelan que estos cambios se deben a la presencia de variaciones en los niveles de las hormonas y los neurotransmisores asociados con la emoción. Así, podemos notar que se impacta nuestra presión arterial, el ritmo cardíaco, patrones de sueño y hasta nuestro apetito.

La mente está compuesta de estados mentales como son los pensamientos, emociones, creencias, actitudes y es el cerebro el que nos permite experimentar estos estados emocionales de forma consciente o inconsciente. Muchas veces tenemos reacciones emocionales a situaciones sin estar consciente de porque estamos reaccionando, y en otras ocasiones lo que identificamos es una respuesta fisiológica asociada que es sentida en el cuerpo.

Relatando el estado emocional

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Un estudio liderizado por Glerean y colegas en el año 2014, se concentró en trazar un mapa de las emociones básicas y las áreas del cuerpo que se activaban mientras se sentía la emoción.Los resultados fueron muy enriquecedores. Por ejemplo, cuando sentimos enojo, la mitad superior de nuestro cuerpo, excluyendo los brazos, se activan y al igual que los pies. Mientras que cuando sentimos alegría, notamos la activación en la gran mayoría del cuerpo.La tristeza, por su parte, puede sentirse en el pecho y la cabeza. Y cuando nos sentimos ansiosos, podemos tener un incremento en la parte superior de la pelvis.Tu cuerpo empieza a relatar tu estado emocional, puede decirte si te encuentras calmado, en confianza, si te sientes triste, seguro y mucho más. A veces no nos damos cuenta de que nuestro cuerpo está reaccionando a nuestro alrededor. Podemos empezar a conectarnos nuevamente y aprender mucho acerca de nosotros mismos.

El impacto del estrés en nuestro cuerpo

Hay personas que pueden tener síntomas físicos que causan molestias en su diario vivir. Esto puede traducirse a preocupaciones, emociones o conductas acerca de los síntomas físicos. Es difícil conectarnos con los demás cuando nuestros pensamientos están centrados en nuestros síntomas. También nuestra concentración y desempeño en una tarea puede verse afectada.Hay que notar que cuando sentimos estrés, nuestro cuerpo libera adrenalina y cortisol, conocidos como las hormonas del estrés. Ellas son responsables de darnos lo que se llama una descarga de adrenalina que ayuda a afrontar situaciones de peligro. Pero ¿qué pasa cuando no hay un peligro inminente y no hay necesidad de ‘pelear o escapar’? Esto puede tener un efecto permanente en nuestro cuerpo como un sistema inmune debilitado, problemas digestivos.

¿Cómo cultivar la conciencia emocional?Te comparto algunas recomendaciones que te pueden ayudar a hacer la conexión y traer la consciencia emocional:

📍Una técnica para poder ponernos en sintonía con nuestro cuerpo es escuchar a nuestra respiración. Nota cómo tu respiración se encuentra, estás inhalando profundamente o estás respirando entrecortado. Si cierras los ojos por un momento, concentrándote solamente en tu cuerpo, que sientes, hay alguna sensación de molestia en algún lugar específico o irradia en todo el cuerpo. Trata de no juzgar, por ahora solo nota como te sientes y cómo se puede sentir en tu cuerpo.

📍Conectar las emociones con nuestras palabras, un primer paso para poder entender nuestras emociones es explorar donde se siente. Podemos describir de manera verbal una situación, pero a veces falta el componente emocional o al revés, sentimos en nuestro cuerpo la emoción, pero es difícil ponerlo en palabras.

📍Toma un momento para sentir lo que tu cuerpo está ‘hablando’, ‘¿Qué estoy sintiendo en estos momentos?’ haciendo un reconocimiento mental de donde se puede estar alejando una emoción en particular, ya sea en nuestra cabeza, en nuestros hombros, en mi corazón, en mi estómago, etc. Al hacer esta conexión, podemos darle un nombre y reconocerlo. 📍Dejar que las emociones lleguen a nosotros es casi inevitable, en vez de tratar de resistirlas o eliminarlas, solo genera una incomodidad mayor. El reconocer que no tenemos controles sobre ellas, pero que son nuestras aliadas, podemos aprender a tolerarlas y eventualmente a aceptarlas.

📍Evitar rotular las emociones como buenas o malas. Hay momentos que pensamos, debería sentirme de esta manera en vez de como me siento en estos momentos. Valida tus emociones, practica la autocompasión.

📍Empezar un dialogo con los demás, cuando alguna situación se siente incomoda, el poder hablarlo con alguien puede ser de gran ayuda. También nos da otra perspectiva. A veces solo necesitamos ser escuchados.

📍Antes de responder, tomar un tiempo para poder organizar nuestra mente y cuerpo antes de tomar alguna decisión.Al tener consciente la conexión cuerpo y emociones podemos autoregular nuestras emociones. Es decir, responder a nuestras emociones y a lo que nos trata de decir sobre cómo vivimos las experiencias y nuestras relaciones interpersonales.

Soy más que un diagnóstico

marzo 29, 2022

Por: Rodsella Aragundi, Psicóloga y Psicoterapeuta

Recientemente vi un video de un experimento social llamado Beyond the Label, donde un moderador les hacía preguntas a personas acerca sobre sí contratarían o estarían en una relación amorosa  con una persona que tuviera un diagnóstico mental o, qué harían si tuviera un familiar con un este tipo de diagnósticos.

Las respuestas de las personas fueron sorprendentes, desde cómo no saber como lidiar con una enfermedad mental por no ser doctores, que preferirían no estar con una persona o simplemente no tomarla en cuenta para trabajos por su “discapacidad”.

Pero la verdadera sorpresa es que luego de escuchar todas estas respuestas, fue que al final vemos que el moderador se presenta y les dice que ellos han sufrido de una enfermedad mental o tienen un diagnóstico. Con esto en mente, me preguntaba cómo podemos lidiar cuando se nos ha dado un diagnóstico mental.

Con frecuencia el rechazo puede hacer que alguien esconda que está teniendo una dificultad para no sentirse débil y hasta alejarse de su círculo social. O por el contrario buscar una comunidad de personas que tienen en común. Pero esto puede ser una línea divisoria, que no se habla o se deja a un lado.

Como ser humanos necesitamos conexión, tenemos el deseo de que nuestra opinión sea escuchada. En ocasiones sucede que escuchamos acerca de las enfermedades mentales y nos concentramos en el diagnóstico más que la persona detrás.

¿Cómo podemos cultivar relaciones saludables y sentirnos más aceptados? 

Crea conciencia en los demás. Quizás haya una falta de información acerca de la enfermedad, pero puede ser productivo ayudar a los demás a entender sobre de que se trata, remover los mitos que están alrededor de este.

Valida tus propias emociones. Revisa cómo te sientes sin juzgarte a ti mismo(a). Nadie puede saber cómo te sientes, excepto tú.

Tu diagnóstico no define quién eres ni que serás. Si tienes depresión eso significa que viviré toda la vida con depresión. Hay ciertas condiciones que son crónicas, pero igualmente no definen tu futuro ni tus sueños.

Enseña a los demás como quieres ser tratado. Practica ser asertivo(a) y siéntete libre de poder expresar tus opiniones de una forma respetuosa. A veces hay malentendidos o la comunicación es un poco confusa, por lo que es importante aclarar.

No te compares con los demás. Lo que sientes y cómo experimentas situaciones son únicas y no siempre son iguales.

Promovamos la conversación acerca de la salud mental y alentemos una representación balanceada en cuanto a las enfermedades mentales. Vivir con dignidad y discriminación es un derecho de todos.

Señales para detectar ABUSO SEXUAL INFANTIL

abril 19, 2020

Por: Rodsella Aragundi, Psicóloga y Psicoterapeuta

Publicado originalmente en Revista Así Soy Mujer, 14 Abril 2020

El abuso sexual es una situación en la que una persona, usa el poder para involucrar a una persona mucho menor, en actos de contenido sexual. Esto se hace a través de victimizar al niño o adolescente a través de de la manipulación y el miedo con el fin de continuar su gratificación en secreto. El incesto se trata de un abuso sexual propiciado por un familiar.

En estos tiempos de cuarentena, surgen muchos abusos, y es algo que realmente nos procupa. Nigún menor, ni ninguna persona en general debería verse en esta situación.

Cualquier tipo de maltrato afecta inclusive, las conexiones neuronales en el cerebro. Es decir, el maltrato en general a edades tempranas cambia al cerebro y repercute en la capacidad para regular los afectos y la conducta.

En la niñez se calla por temor, porque el adulto o persona mayor victimiza al niño a través de la manipulación y la amenaza. Es por esto que el abuso se convierte en un secreto que traumatiza. Este temor se instala y luego se tiñe de verguenza y la persona crece guardando esta situación en impunidad.

Señales para detectar un posible abuso:

Las señales que debemos tomar en cuenta si sospechamos abuso son: problemas para dormir, jugar con objetos o juguetes de manera sexualizada, cambios repentinos en su conducta (se vuelve más temeroso o más apegado o se aisla de las personas), regresar a una etapa anterior de su desarrollo (por ejemplo: empieza a mojar la cama).

Ante esto debemos poder conversar con el niño y poder comprender que está sucediendo. No todas estas señales son exclusivas de un abuso, ya que cuando los niños se encuentran bajo estrés pueden manifestar mucho de estos síntomas (por ejemplo: divorcio, muerte o pérdidas, problemas escolares). Pero es claramente un indicio que debemos prestar mayor atención a nuestros hijos y buscar ayuda profesional.

Recomendaciones

Las consecuencias del abuso infantil es que genera trauma, lo cual no permite que el niño(a) tenga un desarrollo emocional saludable. En el caso del abuso sexual, el mismo deja huellas inimaginables. El mismo produce una herida que puede durar toda la vida y se puede manifestar a través de enfermedades mentales.

De no recibir la ayuda adecuada, las consecuencias de un abuso son la pérdida de confianza en las personas. Y puede llevar a una vida llena de inestabilidad en sus relaciones en sus futuras relaciones o la repetición del abuso.

Cuando se rompe el secreto debe de hacerse con una persona segura (algun familiar o maestra) que proteja la niña o adolescente del abusador. Tiene que ser tomado en serio y hay que denunciarlo.

Es importante que el niño reciba ayuda psicoterapeutica ya sea a nivel privado o a nivel institucional. La recuperación del abuso dura años y entre más rápido se descubra y se trate es mejor para el niño.

Tenemos que enseñar a nuestros hijos sobre la importancia de cuidar nuestros cuerpos y no permitir que alguien los toque de manera que los haga sentir incomodos. Se debe abrir espacio para que puedan expresarnos si alguien les pide guardar un secreto.

La Fundación Unidos por la Niñez (FUN), ofrece tratamiento psicológico para niños o adolescentes abusados con el fin de tener a un lugar a dónde ir a recibir ayuda.